Este año hemos realizado nuestras ya típicas salidas de primavera de las que te contamos a continuación como se desarrollaron.
Se inicia el recorrido de unos 8 kms. en A Ponteriza, visitando el puente y molino por un recorrido entre una densa vegetación de bosque autóctono. Cruzando el río Arenteiro llegamos a Moldes para visitar su iglesia románica.
Continuamos hasta Paradela y descendemos para cruzar de nuevo el río Arenteiro a través da Ponte do Castro. Veremos Cima de Vila con sus espléndidas “Casas Grandes”, para continuar a Cabanelas donde una paisana nos obsequia con un buen vino del Ribeiro, sacado directamente de la cuba.
Repuestos de la caminata y con el ánimo alegre por el sabroso vino, continuamos para llegar a O Pozo dos Fumes, por un recorrido entre pozos, corrientes de agua y rocas de pura naturaleza, alcanzando Pazos de Arenteiro, pueblo, antaño, de gran historia y riqueza.
Seguimos en dirección a O Carballiño para comer en el restaurante Derby en pleno parque, que visitamos de sobremesa, para asistir por la tarde a una visita guiada del Monasterio de Oseira, regresando después a Vilagarcía.
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Las Fragas do Eume son un ecosistema único en Europa. Agrupadas en las orillas del río del mismo nombre (84 km de largo), la extensión arbórea es la muestra principal de un sistema ecológico, el bosque atlántico, tan específico gracias a la proximidad del mar y las profundas riberas del río, que lo convirtió, en 1997, en Parque Natural. Es, por tanto, un espacio protegido, pero visitable, que le ofrece agradables sorpresas a quien lo recorre.
Salimos a las 8,00h. en dirección a Pontedeume, donde nos espera el socio, autor de la propuesta de ruta Juan M. Soto, que hará de guía.
Iniciamos el recorrido a pie desde el puente del poblado y nos dirigimos al monasterio de Caaveiro, en plena Fraga, cruzando el puente sobre el río Eume en una zona de una vegetación exuberante. Luego el grupo se dividirá para continuar por ambos márgenes del río.
Comimos en el restaurante Chichote y visitamos la villa de Pontedeume. El viaje continuó en dirección a Betanzos donde nos deleitamos contemplando el famoso parque del Pasatiempo.
De regreso a Vilagarcía se hizo una parada técnica en Ordes.
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Salimos a las 7,30h.destino a Lugo para dar un paseo completo por la cima de sus murallas de origen romano y Patrimonio de la Humanidad.
Sigue nuestro viaje hacia el Castro de Viladonga de gran monumentalidad y verdadero modelo formal de castro, con su acrópolis, murallas y fosos y sus antecastros. Estuvo habitado entre los siglos II al V de nuestra era y se están realizando excavaciones desde el año 1971.
A Lagoa de Cospeito, tema de esta salida propuesta por el socio José Rodríguez Rabadán, nos ofrecerá, tras la visita a su Aula de la Naturaleza, el espectáculo de un extenso humedal, hoy en vías de recuperación, y la presencia de aves migratorias.
Comimos en el restaurante “Montero”, de Vilalba, de exquisita comida e instalaciones.
Por la tarde visitamos el monasterio de Sobrado dos Monxes e iniciamos la vuelta a Vilagarcía.
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Efectuamos la salida a las 15,30. A las 21,30 hacíamos nuestra entrada en el hotel Don Sancho, que será nuestra base durante esta salida. Tras la cena algunos excursionistas dieron un paseo nocturno por Zamora.
Al día siguiente visitamos la presa de Ricobayo y continuamos a Miranda do Douro, para realizar un crucero fluvial por el río Duero. Acabado el crucero visitamos Miranda y fuimos a comer a Fermoselle, capital de las Arribes del Duero, en el restaurante Mati, de feliz memoria por su maravillosa menestra de verduras y cabrito al horno.
Tras la opípara comida visitamos Fermoselle y seguimos nuestra ruta hacia la presa de Almendra, la de mayor altura de España, impresionante por su extensión, con la coincidencia de que estaba en su cota máxima, por lo que se asemejaba a un auténtico mar.
En nuestro tercer día de viaje hicimos una visita a Zamora y seguimos hacia las lagunas de Villafáfila, el humedal más importante de Castilla y León. Visitamos su Aula de la Naturaleza y nos asombramos de su extensión y de la abundancia de aves.
Comimos en el restaurante Tudanca de Benavente, que recomendamos. Tras la visita a Benavente emprendimos nuestro regreso, haciendo una parada técnica en Allariz.
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